El vuelo "FR 9555" con destino Memmingen, aterrizó a las 11:50 sin ningún tipo de retraso. Nada más llegar recogimos el coche de alquiler de "Hertz" en el mismo aeropuerto, un Kia familiar con apenas 43.000 km. Nos hicimos con sus llaves y nos pusimos en marcha con destino TITISEE (208 km). A medio camino paramos en MEERSBURG, para comer algo, hacia un calor asfixiante, impropio de un país centroeuropeo de finales de mayo. Comimos en un terrazita de un restaurante muy agradable, una ensalada de pollo con frutas y dos frankfurts gigantes.
Una vez saciamos nuestro apetito, reiniciamos la marcha hacía el hotel "Seebachstueble", muy próximo al turístico y conocido lago TITISEE. Menos mal que fuímos precavidos y nos trajimos con nosotros desde barcelona el GPS "tom tom", ya que sin su ayuda nos hubiera costado horrores encontrar la ubicación del citado hotel. Llegamos cerca de las 17:00 horas, dejamos el equipaje en la habitación que nos asignaron (nº16) y nos explicaron el funcionamiento del hotel y horarios del Buffet desayuno(de 8 a 10 horas) y cena (a partir de las 20:00 horas).
En nuestra primera tarde en Alemania, decidimos desplazarnos a FREIBURG, ciudad universitaria donde se conjugan a la perfección tradición y modernidad, cultura y naturaleza . Tanto a Pilar como a mi, nos fascinó esta pequeña y acogedora ciudad. Aparcamos el coche en un Parking Privado situado a los pies de la montaña más popular de esta encantadora ciudad: "Schauinsland".
Antes de adentrarnos en el corazón de esta pequeña y vinícola ciudad, nos paseamos por los innumerables senderos de la "Schauinsland" (1.284 m ). Esta montaña, es el lugar escogido por sus habitantes para relajarse y tomarse una cañitas bien frescas!!!!
Después de pasearnos y tener una perspertiva aérea de FREIBURG, nos adentramos en la city. El monumento más emblemático sin lugar a dudas es su Catedral medieval, cuya torre de 116 metros, se considera una obra maestra de la arquitrectura gótica en Europa.
Alrededor de la catedral, se encuentra el pintoresco casco antiguo, lleno de colorido y de múltiples tesoros arquitectónicos: las dos puertas medievales de la ciudad ("Stadttore"), el antiguo y viejo ayuntamiento y los "Bächle", pequeños canales que recorren calles y callejones.Ambos coincidimos en destacar lo bonita que es FREIBURG, nos encantó el colorido de sus calles, la paz y armonia que se respira, lo limpio que estaba todo (no había ni un solo papel en el suelo) y la amabilidad de sus gentes.
Paseando por las calles de esta elegantísima ciudad, conocimos a un Pintor Rumano, el cual nos acompañó muy gustosamente a un supermercado, y fué allí donde nos aprovisionamos de algo de comida para la noche.
Al llegar al hotel cenamos y decidimos el itinerario del día siguiente.
DOMINGO 24 de MAYO
Como ya va siendo costumbre en nosotros cada vez que viajamos, nos levantamos bien prontito y nos dirigimos hacía el Buffet del Hotel . Lo curioso fue que a cada huésped del hotel se le asignaba una mesa con el número identificativo de la habitación (la nuestra la nº16) para el desayuno.
El buffet nos dejó perplejos!!! que pasada y que bueno estaba todo, desde surtido de bolleria y todo tipo de panes, embutidos, quesos, mantequillas, yogures y mermeladas artesanales, todo tipo de surtido de frutas, zumos, infusiones etc.... Menudo festín nos pegamos ehhhh Pilarín!!!! La ruta que teníamos preparada para hoy consistía en visitar: DONAUESCHINGEN, VILLINGEN-SCHWENNINGEN, TRIBERG y TITISEE.La primera parada la realizamos en DONAUESCHINGEN, popularmente conocida como "la ciudad del Nacimiento del Danubio". Lo primero que visitamos en esta pintoresca capital , fue el nacimiento del río Danubio, en el parque de Palacio de los príncipes de "Fürstenberg". Realizamos fotos de rigor, nos dimos una vuelta entre sus bellas casas modernistas y acabamos tomando en en el "Café Vivaldi" un cafetito.
La siguiente parada fueron las poblaciones de VILLINGEN-SCHWENNINGEN. Ambas están separadas por unos 4 km. Está última fue la que visitamos en primer lugar. Nos paseamos por sus solitarias calles, por sus frondosos y verdosos parques y casco histórico. Tras recorrerla durante una hora, nos dirijimos hacía VILLINGEN.
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